viernes, 30 de agosto de 2013

Capitulo 6:Parte 1 (especial)

Bueno Bueno, despues de tanto tiempo.. Como les dije antes, este capitulo es especial, y tiene tambien una 2da parte! Muchas de ustedes deben de conocer esta parte de la historia, pero yo lo reescribí desde el punto de vista de Patch. Para aquellas que no leyeron esta parte de la historia, van a amarla(pero no digo de como escribo! me refiero a la historia). Siento no poder escribir mas seguido, es que estoy muy ocupada con la escuela  y todo eso, pero siempre que puedo, escribo. Bueno, espero que lo disfruten!



Me recoste en mi cama,pensando. Luego, recuerdo la primera vez que verdaderamente hable con ella, con Nora.

Incliné mi silla hacia atrás sobre dos patas, extendí mis brazos, y los doblé detrás de mi cuello. Miraba fijamente las puertas de Enzo's Bistro. Pedí una mesa, en un oscuro rincón en donde la luz no llegaba. Una vela parpadeaba en cada mesa, pero yo había apagado la mía entre mis dedos al sentarme. Al otro lado de la mesa, Rixon yacía en su silla, sus ojos rastreando el techo mostrando aburrimiento exagerado.
—Te esperaré hasta que me vuelva azul —cantó Rixon en un murmullo—. No hay nada más que un hombre pueda hacer. Bebimos con demonios directamente del... —Se calló y, levantando una ceja, apuntó hacia sus pies—... infierno. Casi a punto de ganar también.
Sonreí.

—¿Calentando para tu audición de American Idol?
Rixon me pateó por debajo de la mesa.
—¿Cuándo vas a decirme lo que estás haciendo?
Una mesera pasó, dejando dos cafés.
Tomé un trago. 
—¿Haciendo?
—Venimos aquí, ¿esto es Enzo's, verdad?, cada jueves en la noche alrededor de las ocho. Hace ya cinco semanas. Y crees que no lo he notado.
—Cuatro semanas.
Rixon rodó los ojos teatralmente.
—El mozo «puede» contar.
—Tienen buen café.
—Bien, entonces. El problema con eso es, que no puedes probarlo —señaló Rixon—. Entonces, ¿probarás con la mentira número dos?
—Me gusta el ambiente.
—Cada chica en este lugar tiene menos de veinte años. ¿Qué dices si enfadamos a algunos ejemplares un poco más cercanos a nuestra edad... setecientos al menos?
—No estoy aquí por las chicas. —«Sólo por una de ellas.» Miré mi reloj, luego de vuelta a las puertas. «En cualquier momento.»
—No estás aquí por las chicas —repitió Rixon—. No estás aquí por el juego, la bebida o la lucha. A todas luces, estemos teniendo una noche perfectamente buena, en un establecimiento de renombre. O bien comenzaste a escuchar al pequeño ángel en tu hombro, o ese malvado cerebro tuyo está danzando alrededor de algún plan.
—¿Y?
—Apuesto por lo último. Lo que quiero saber es, ¿qué proyecto que merece la pena involucra como lugar de reunión una inmaculada escuela secundaria? —preguntó, lanzando una mirada siniestra sobre el lugar.
Al fin, ella corrió dentro, dándole a la puerta un empujón adicional, para darle a su compañera rubia tiempo adicional para entrar antes de cerrarla. Se quedaron de pie en la entrada por un momento, sacudiéndose la lluvia de encima y secando sus pies. Rixon seguía husmeando en busca de respuestas, pero yo ya no le prestaba atención. Era inmensamente consciente de la más pequeña de las chicas, una pelirroja delgada con los hombros erguidos, y el mentón ligeramente levantado, en un gesto que podía ser confundido con arrogancia. No lo había visto por tanto tiempo que ya sabía que significaba algo más. Jugaba con palabras como “cautelosa” o “humilde”… “prudente”. Ella recogió su pelo en un moño inflexible, pero algunos mechones estaban sueltos, y el efecto llevaba el más mínimo rizo a su boca.
Llevaba ropa deportiva, parecía que venía de correr.
Entre la creciente lista de cosas que iba descubriendo acerca de ella estaba: sólo hacía ejercicios cuando hacía buen clima. Al menos una vez a la semana. Y sólo cuando la rubia, una persona de dietas, la arrastraba.
La anfitriona llevó a las chicas en dirección a mi mesa, 
me encorvé, moviendo mi gorra de béisbol discretamente para esconder mi rostro. Cada semana, había visto a la pelirroja desde el otro lado del restaurante, asegurándome de que ella nunca tuviera alguna razón para mirar en mi dirección. Generalmente se sentaba con el mentón apoyado en sus dedos entrelazados, escuchando atentamente mientras la rubia hablaba de chicos, dietas milagrosas, separaciones de celebridades, o de su horóscopo. 
La anfitriona se movió hacia un lado repentinamente, sentando a las chicas a un par de mesas de distancia de la mia. Un sentimiento de ansiedad retumbó dentro de mi, y la sensación casi me hizo reír. ¿Cuándo fue la última vez que me había sentido como un niño nervioso de ser atrapado en un acto reprochable?
Pero yo «tenía» que jugar seguro. Cuando finalmente me presentara a ella, creando la ilusión de conocernos por primera vez, tenía que parecer algo al azar. Sólo después de que conociera su interior y su exterior, crearía una estrategia para ganar su confianza.
Rixon estaba equivocado. El ángel en mi hombro hacía sido atado y silenciado hace mucho tiempo. Yo era impulsado por mi propio bien mayor, mi brújula moral, una función de utilidad. Tenía un plan para todo, pero el resultado final era el mismo: satisfacer mis deseos.
Después de todo este tiempo, iba a tener un cuerpo humano. Porque lo quería, y tenía un plan. Y el centro de ese plan estaba sentado a metros de distancia, pinchando su agua helada con una pajilla.
A pesar de que se encontraban a unas cuantas mesas de distancia, yo podía escucharlas.
—No sé tú, pero estoy pensando en que necesitamos comenzar el segundo año en la secundaria con un golpe —le dijo la rubia en voz alta a la pelirroja—. No más aburrimiento. Este año será épico. Sin tabúes. Y nada podría hacer mi año más épico que tener a Luke Massersmith como mi novio. Ya he comenzado mi plan de “así es como voy a tenerlo”. Anoté mi número de teléfono en la puerta de su garaje. Todo lo que queda ahora es sentarse, y esperar.
—¿Por la orden de restricción? —La pelirroja estaba sonriendo, lo que iluminaba toda su cara. Claramente no sabía el efecto que tenía, pensé, o lo haría más a menudo.
—¿Qué? ¿No lo encuentras evidente? —respondió la rubia.
—Sus padres te pondrán en la lista negra. Como sea que lo mires, siete dígitos escritos en la puerta de un garaje, no son lo mejor para romper el hielo.
No podía quitarle los ojos de encima. Esta semana más que la pasada. Pensándolo bien, había sido el patrón desde el comienzo. Era un inconveniente que no se pareciera a la descendiente de Chauncey perdida hace tiempo; matarla me haría disfrutar mucho más. No sabía qué esperaba, pero no era esto. Largas piernas, pero un paso cauteloso, reservado. Rasgos delicados. Una risa que no era demasiado estridente, ni demasiado suave. Todo en su lugar.
Otra sonrisa se deslizó por su boca. Se apoderó de mi la necesidad de poner una fisura en ella. Hacer que su mundo cuidadosamente construido se derrumbara. Sólo hacía falta una línea para ruborizarla. Apostaría dinero por eso.
—Quizás la próxima vez prueba con un mensaje de texto —sugirió la pelirroja—. “Hey, Luke, aquí está mi número”, eso funciona para el resto de la población.
La rubia dejó escapar un suspiro, y golpeó su mejilla con su puño.
—Déjalo. Tener a Luke Messersmith es un disparate de todas formas. Lo que necesitamos, es fijar nuestra mirada en otra parte. Un viaje de carretera a Portland. Hombre, eso haría que a Marcie le saliera vapor por las orejas. Tú y yo pasando el rato con chicos universitarios, mientras ella hace de modelo zorra de trajes de baño para JC Penney, en frente de babeantes estudiantes de primer año en plena pubertad.
Rixon arrastró su silla hacia adelante y eso me distrajo de la conversación que estaban teniendo las chicas.
—Me rindo —dijo él, llamando mi atención—. Me. Rindo. ¿Qué buscas?
Tomé otro sorbo de café.
—Tiempo de calidad contigo.La pelirroja.
—Ves, cuando mientes, duele —dijo Rixon, secando una lágrima imaginaria—. Creí que teníamos algo especial. Pensé que nuestra sentencia eterna común de maldición era nuestro lazo. Sé que vas detrás de algo, y si tengo que hacerlo, te superaré.
—Dale un descanso.
—Me gustaría. El problema es que no soy estúpido.
—Actúas como un estúpido.
—Correcto. Gracias por eso. Para tu información, hay una diferencia entre actuar como estúpido, y ser un estúpido.
—Es una línea muy delgada, pero alguien tiene que trazarla.
Rixon aplastó sus manos contra la mesa con un ruido contundente.
—¿Qué estamos haciendo aquí aparte de morir apuñalados por el aburrimiento? Y si no lo dejas en claro en los próximos tres segundos, cumpliré mi promesa de hacer de tu sonrisa un saco de boxeo.
«Paciencia. Cuando lo mencione, eso es a lo que me refiero.» le dije a Rixon mentalmente.
«Indagando los efectos de los demás, ¿cierto? Tsk, tsk. Esa no es la manera de aviviar una amistad. Respecto a tus defectos, has olvidado como divertirte. ¿Por qué no vamos a buscar a un grupo de Nefilim para aterrorizar?» Rixon comenzó a ponerse de pie.
Yo también comencé a levantarme, pero la conversación tres mesas más allá llamó mi atención.
—¿Por qué no pueden los chicos de la escuela verse como… aquellos dos chicos? Yowza.
La voz de la rubia flotó en el aire.Miré a ambos lados y luego me di cuenta de que ambas, ella y la pelirroja, tenían sus ojos puestos en mi.Estaban definitiva y completamente conscientes, cuando Rixon empujó su puño contra mi mandíbula. Mi cabeza se movió hacia ambos lados, y me di cuenta cuando la miré, a la pelirroja, de que su boca formaba una perfecta y atónita O.
Bueno, esto era inconveniente.
—Te dije que te vencería —se rió Rixon, esquivando ágilmente alrededor de la mesa.
Me levanté en ese instante, totalmente enojado con Rixon por la humillación, aunque siendo conciente de que no debía mostrar que estaba enojado.
Rixon me empujó, tirandome contra la pared y contra el marco de una pintura. Caí al suelo, el cual estaba lleno de vidrios rotos.
Por la esquina del ojo, distinguí a la pelirroja, quien parpadeo confundida y, si no me equivocaba, lo suficientemente alarmada como para darme un poco de satisfacción… y ánimos.
Esquivé el siguiente golpe de Rixon con mis perfectos reflejos. Su puño pasó por encima de mi hombro. Con un golpe hacia arriba, hundí el puño en la parte inferior del mentón de Rixon.
Empecé a dar con todo en todas las partes del cuerpo de Rixon, apuntando especialmente a las costillas y a la piel alrededor de su estómago. Una vez, dos veces. Luego de cinco golpes directos, Rixon se tambaleó fuera de mi alcance y levantó sus manos.
—Quieres que grite tío, ¿es eso? —jadeó Rixon, con una sonrisa que decía que estaba disfrutando por primera vez en toda la noche.
La rubia hizo su camino a través de las mesas hasta Rixon. Le tendió su servilleta, apuntando su cara.
—Tienes un poco de sangre…
—Gracias, cariño. —Rixon se limpió la boca con la servilleta, luego me guiñó.  «Dije que quería una chica cercana a los setecientos años, ¿verdad? Quería decir setecientos… más o menos.»Me dijo Rixon mentalmente. Reí por lo bajo.
Miré hacia la rubia, deseaba poder engañarla mentalmente para que obedientemente regresara a su mesa, pero Rixon se daría cuenta y comenzaría a hacer preguntas. Suspiré. Veinticuatro horas a partir de ahora, Rixon no recordaría su nombre. Eso seguro. Siempre hacia lo mismo con cada chica que conocia por un corto período de tiempo. Ella, en cambio, tendría un periodo de atención un poco más largo. Una complicación.
—Así que dime, cariño —dijo Rixon a la rubia arrastrando las palabras—. ¿Alguna vez han montado en una Ducatti Streetfighter? Estoy estacionado atrás.
La rubia ya estaba pasando su bolso sobre su hombro.
—¿Tu amigo tiene una moto también? Podría llevar a mi amiga, Nora. —Nora. Asi que ese era su nombre...La miré directamente a los ojos y ella me devolvió la mirada, con sus hermosos ojos. Me saludó.
—Vee —dijo Nora con exasperación y en advertencia.
Vee no se molestó en escuchar. Se giró hacia Rixon.
—Lo primero es lo primero. Alguien debería limpiarte. Tomé un curso de reanimación cardiopulmonar para niñeras este verano. Cuando se trata de hemorragias nasales, yo soy tu chica. —Tomó a Rixon por la manga, y lo llevó hasta el baño unisex.
Como era de esperar, Rixon rodeó los hombros de ella con su brazo y le acarició la mejilla.
—Guía el camino, enfermera… Era Vee, ¿verdad?

Ahora que no estaba Rixon, me encontraba frente a Nora. Hace dos minutos tenía las cosas bajo control. 
Ahora me encontraba frente a ella, después de tanto tiempo tratando de acercarme mas a ella. Al fin había llegado el momento.


sábado, 8 de junio de 2013

Capitulo 5


Hola! Siento haber tardado tanto. Como siempre, no tuve tiempo. Para compensarlos, pensé en darles una sorpresa: El próximo capítulo será especial. Bueno, aquí el 5to capítulo, espero que lo disfruten.




Me recosté en mi cama y reflexioné sobre el tema de Nora.
15 minutos... Sentía cosas por ella.
30 minutos... No tendría que permitir a esos sentimientos llegar a más.
1 hora... Tomé una decisión. Me prometí a mi mismo que no iba a dejar que esos sentimientos arruinaran el sacrificio que tenia preparado para ella. Solo esperaba que no rompiera la promesa.


Nunca estuve tan desesperado por la clase de Biología. Debía de ser porque iba a ver a Nora... No, no podía ser, me prometí a mi mismo que esos sentimientos no llegarían tan lejos.
Me senté al lado de Nora y la clase comenzó.
El entrenador McConaughy estaba delante de la pizarra hablando en tono monótono, se podría decir, acerca de algo, pero no podía dejar de pensar en Nora y dejar de mirarla de reojo.
Parecía que ella también andaba pensando en otras cosas. Ojalá pudiera leer su mente...Estaba escribiendo algo en el reverso de una hoja de examen, pero estaba demasiado lejos como para que yo pudiera leerlo.
De repente dejó de escribir y metió su mano en el compartimiento delantero de su mochila y sacó dos comprimidos de no se qué y se los tragó enteros. Me  miró de reojo y yo enarqué mis cejas, como preguntando para que era eso. Abrió la boca dispuesta a responder pero al final no dijo nada.
-¿Nora?- pregunta el entrenador, que se encontraba al frente de la clase, esperando por la respuesta de Nora. Ella se sonrojó.
-¿Podría repetirme la pregunta?-La clase rió con disimulo. Hasta yo saque una pequeña sonrisa.
Algo irritado, el entrenador repitió:
-¿Qué cualidades te atraen de un posible compañero?
-¿De un posible compañero?
-Venga, no tenemos toda la tarde.-Escuché a Vee, su mejor amiga, reírse.
-¿Quiere que haga una lista de las características de un...?
-De un posible compañero, si, eso ayudaría.-termina la oración bruscamente el entrenador.
Nora me mira de reojo y le dirigo una sonrisa pirata, y muevo los labios formando las palabras: <Estamos esperando>. Pone sus manos sobre la mesa, una encima de la otra, tratando de parecer más serena, pero no  lo logra.
-Nunca lo he pensado.-dice por fin.
-Pues piénsalo ahora, y rápido.-El entrenador hizo un gesto impaciente.-Tu turno, Patch.
Desde que el entrenador me sentó al lado de Nora, empecé a participar mucho más que antes. A diferencia de ella, hablé con aplomo. Me acomodé ligeramente orientado hacia Nora, nuestras rodillas separadas por milímetros.
-Inteligente. Atractiva. Vulnerable.-dije, exactamente las cualidades que ella tenia.
El entrenador estaba escribiendo los adjetivos en la pizarra.
-¿Vulnerable? ¿Y eso?-preguntó.
Lo que hacía falta, la interrupción de Vee:
-¿Esto tiene algo que ver con el tema que estamos estudiando? Porque en el libro de texto no dice nada sobre las características que debe reunir el compañero ideal.
El  entrenador dejó de escribir y miró atrás por encima del hombro.
-Cada animal atrae a sus congéneres con el propósito de reproducirse. Las ranas se hinchan. Los gorilas se golpean el pecho. ¿Habéis visto alguna vez una langosta macho levantarse sobre las patas y chasquear las pinzas para llamar la atención de la hembra? La atracción es el primer elemento de la reproducción en todos los animales, incluidos los humanos. ¿Por qué no nos da su lista, señorita Sky?
Vee levantó la mano y extendió los 5 dedos, y enumeró bajando un dedo con cada rasgo que nombró:
-Guapísimo, rico, indulgente, sobreprotector y un poquito perverso.
Reí por lo bajo y dije:
-El problema de la atracción entre humanos es que nunca sabes si ésta será correspondida.-Exactamente lo que me pasaba.
-Excelente observación.-dijo el entrenador.
-Los humanos son vulnerables-continué-porque se les puede hacer daño.-Como era posible que se lo hiciera a Nora. Le di un leve rodillazo a ella, dandole una "advertencia" y se apartó.
El entrenador asintió.
-La complejidad de la atracción (y reproducción) entre humanos es uno de los rasgos que nos diferencian de las otras especies.
Resoplé suavemente. El entrenador continuó:
-Desde el comienzo de los tiempos, las mujeres se han visto atraídas por hombres con marcadas aptitudes para la supervivencia (como puede ser la inteligencia o la destreza física), pues los hombres de estas características tienen mas probabilidades de regresar a casa con comida al final del día.-Levantó los pulgares en el aire y sonrió.-Recordad: comida igual a supervivencia.
Nadie rio.
-Asimismo-continuó-, los hombres se ven atraídos por la belleza,-Miré a Nora, pero ella no me prestó atención. Estaba muy concentrada en cada una de las palabras del entrenador. Tenía que admitir que Nora era muy linda..No basta, Patch, concéntrate. Cero sentimientos por Nora, Cero..-porque es señal de salud y de juventud;no sirve emparejarse con una mujer enferma que no sobrevivirá para criar a los niños.-El entrenador se ajustó las gafas y sonrió. Eso, en parte era cierto. Yo vivía en esa epoca. Otra ventaja de ser un ángel caído era que vivís eternamente.
Por alguna razón, sus palabras me incomodaron.. 
-Eso es terriblemente sexista-protestó Vee-.Dígame algo con lo que se identifique una mujer del siglo XXI.
-Si aborda la reproducción desde un punto de vista científico, señorita Vee, verá que los niños son la clave de la supervivencia de nuestra especie. Y cuantos más niños tenga, mayor será su contribución al banco genético.
-Creo que por fin nos vamos acercando al tema de hoy: sexo.-Vee siempre tenía que relacionarlo todo con el sexo en la clase de biología, ¿no?.
-Casi-contesto el entrenador, levantando un dedo.-La atracción es previa al sexo, pero después de la atracción viene el lenguaje corporal. A vuestras posibles parejas tenéis que comunicarles vuestro interés, sólo que sin utilizar demasiadas palabras...-Interesante.-Muy bien, Patch. Imaginemos que estás en una fiesta.-Genial.-Ves a muchas chicas de diferentes formas y tamaños. Rubias, morenas, pelirrojas,-esas me gustan..-algunas de pelo azabache. Algunas son habladoras, mientras que otras parecen tímidas. Has encontrado a una chica que es tu tipo: atractiva, inteligente y vulnerable.-esa sería Nora..No, no debo pensar  en eso. Esto es solo un chiste hacia ella. Nada más.-¿Cómo le comunicarías tu interés?
-Me acercaría y le hablaría.
-Estupendo.Ahora viene lo más importante. ¿Cómo averiguarías si es una presa accesible o, en cambio, quiere que te largues?
-La estudiaría.-Miro de reojo a Nora.-Me preguntaría qué piensa y qué siente. Ella no me lo va a contar a la primera, por lo que tendré que prestar atención. ¿Me mira de frente? ¿Aguanta la mirada-como lo hace Nora ahora-y luego la aparta? ¿Se muerde el labio y juega con su pelo, como está haciendo Nora en este momento?-Buen punto, Patch, buen punto. Sonrío ante la reacción de todos.
La clase entera prorrumpió en risas. Nora apoyó las manos en su regazo. Se sonrojó, lo notaba.
-Ella es una presa.-dije, eso era obvio para mi. Le dí otro rodillazo. Se sonrojó todavía más. Esto era divertido.
-¡Muy bien!-exclamó el entrenador, con una sonrisa por el interés de toda la clase.
-Los vasos sanguíneos del rostro de Nora se están dilatando y tiene la piel caliente-continué-.Sabe que la están cortejando. Le gusta recibir atención, pero no sabe manejarse.
-No estoy sonrojada.-Contraatacó ella.
-Está nerviosa.-dije-Se acaricia el brazo para desviar la atención de su rostro a su figura, o quizás a su piel. Son sus puntos fuertes.
Como quisiera yo acariciarle el brazo.. CONTROLATE!
Me miró fijamente,boquiabierta, muy molesta. Apoyó las manos sobre el pupitre y levantó la barbilla, al parecer tratando de demostrar que aún le quedaba dignidad, pero yo sabia que no.
-Esto es ridículo.-dijo.
Sonreí. Estiré mi brazo y agarré el respaldo de la silla de Nora. La clase entera se echó a reír, pero a mi eso no me importaba. La miré fijamente con tanta intensidad, notando su belleza.
Moví mis labios sin hablar: <Vulnerable>
Nora enganchó los tobillos a las patas de su silla y las arrastró bruscamente hacia delante, haciendo que mi brazo cayera. Al parecer se había enojado.
-¡Ahí lo tenéis!-dijo el entrenador, sacandome de mis pensamientos.-Así funciona el proceso biológico.
-¿Y ahora podemos hablar del sexo, por favor?-intervino Vee.
-Mañana. Leed el capítulo siete y venid preparados para un debate.-Yo siempre estaba preparado.
Sonó el timbre y eché mi silla hacia atrás.
-Ha sido divertido.-muy.-Repitamos cuando quieras.
Antes de que Nora me responda, pasé por detrás de ella y desaparecí por la puerta, queriendo pasar más tiempo con ella.



sábado, 25 de mayo de 2013

Harry Potter

Harry Potter y la piedra filosofal,(título original en inglésHarry Potter and the Philosopher's Stone),es el primer libro de la serie literaria Harry Potter, escrito por la autora británica J. K. Rowling.


Harry Potter se ha quedado huérfano y vive en casa de sus abominables tíos y el insoportable primo de Dudley. Harry se siente muy triste y solo, hasta que un buen día recibe una carta que cambiará su vida para siempre. En ella le comunuican que ha sido aceptado como alumno en el Colegio Hogwarts de Magia. A partir de ese momento, la suerte de Harry da un vuelco espectacular. En esa escuela tan especial aprenderá encantamientos, trucos fabulosos y tácticas de defensa contra las malas artes. Se convertirá en el campeón escolar de quidditch,  especie de fútbol aéreo que se juega montado sobre escobas, y hará un puñado de buenos amigos...aunque también algunos temibles enemigos. Pero, sobre todo, conocerá los secretos que le permitirán cumplir con su destino. Pues, aunque no lo parezca a primera vista, Harry no es un chico normal y corriente: ¡Es un verdadero mago!
Contiene 7 libros: Harry Potter: -Y la piedra filosofal

                                              -Y la cámara secreta
                                              -Y el prisionero de Azkaban
                                              -Y el cáliz de fuego
                                              -Y la orden del Fénix
                                              -Y el misterio del príncipe
                                              -Y las Reliquias de la muerte


TOTALMENTE RECOMENDABLE: 5/5 estrellas



viernes, 24 de mayo de 2013

Capitulo 4

Hola a todos! Lo siento de verdad, no pude subir capitulo.Tuve una semana llena de pruebas y no tenia tiempo para escribir el capitulo. Bueno, lo hice bastante largo para recompensar :) Espero que lo disfruten. No se olviden de comentar lo que piensan! :




Pequeño Bo aflojó la presión que tenía sobre el brazo de Nora. Ella se liberó de su agarre y caminó pasando de largo todas las mesas de billar hacia la que yo me encontraba. Parecía que a medida que avanzaba hacia mi, perdía su confianza.
-Perdona por colgarte-dije, acercandome a ella- La cobertura no es muy buena aquí abajo.
Me mira sin creerme. Sabe que colgué voluntariamente. Necesito más privacidad con ella. Con un gesto de cabeza le indico a los demás a retirarse. Dudaron un segundo, aparentemente enojados,y luego el más bajo de ellos se dirigió fuera, rozando en hombro de Nora al pasar. Ella dio un paso atrás para no caerse. Los otros jugadores la miraban con odio, como si ella tuviera la culpa de todo.
-¿Bola ocho?-preguntó, enarcando las cejas y aparentemente tratando de estar segura.-¿Como están las apuestas?
Sonreí.
-No jugamos por dinero.-Claro, jugamos por otras cosas hoy. Nora dejó su mochila en la mesa.
-Qué pena.-dice-Pensaba apostar todo lo que tengo contra ti-Jaja, no te conviene. Me enseñó su trabajo que solo consistía en dos lineas.-Te hago unas pocas preguntitas y me largo, ¿de acuerdo?
-¿<Gilipollas>?-logré leer que decía.-¿<Cáncer de pulmón>? ¿Es una profecía?-dije. Internamente me reía de eso. Yo no podía morir además. Y no entendía de donde había sacado la idea de que yo me podía morir de cáncer de pulmón. Se abanicó con la hoja de trabajo.
-Doy por sentado que contribuyes a este ambiente cargado de humo. ¿Cuántos puros por noche? ¿Uno? ¿Dos?-Ah, a eso venía lo del cáncer.
-Yo no fumo-dije, aunque estoy seguro de que no se lo creía.
-Ajá.-dijo , apoyando la hoja sobre la mesa entre la bola ocho y la morada lisa. Tocó la bola morada sin querer mientras escribía algo en su hoja.Me pareció ver que escribia <Si, fuma puros>. Dios, no escucha.
-Estás jugando sucio-dije sonriendo. Levantó la vista para encontrarse con la mía e imitó mi sonrisa. Mal, pero intentó. Jajaja.
-Esperemos que no te favorezca. ¿Tu sueño más anhelado?-preguntó, aparentemente orgullosa de que se le haya ocurrido esa pregunta.
Nosé porqué lo dije ni porque salió esa palabra de mi boca. Salió sin que yo realmente quisiera.-Besarte.
Bueno, tampoco era que no era cierto. Uh, no tenía que pensar en eso, pronto debía matarla si es que era ella la chica correcta.
-No tiene gracia-dijo aguantando la mirada que le daba. Se sonrojó.
-No, pero hace que te sonrojes.-Sonreí. Se sentó en el borde de la mesa y se cruzó de piernas usando la rodilla como escritorio.
-¿Trabajas?
-Recojo las mesas en el Borderline. El mejor restaurante mexicano de la ciudad.-dije, aburrido.-Has dicho unas pocas preguntitas. Ya vas por la cuarta.
-¿Religión?
-Religión ninguna... Culto.
-¿Perteneces a un culto?-dijo sorprendida.
-Resulta que necesito a una chica sana para un sacrificio.-comencé. No sabía porque decía esto, pero por lo menos estaba siendo sincero.-Al principio, había pensado en seducirla para ganarme su confianza, pero si ya estás lista...
Dejó de sonreír, no muy feliz con lo que acababa de decirle.
-No me estás seduciendo.-dijo.
-Todavía no he empezado.-se bajó de la mesa y se puso frente a mi. Tenía que mirar hacia abajo para poder verla.
-Vee dijo que eras un estudiante del último curso. ¿Cuántas veces has suspendido Biología de cuarto? ¿Una? ¿Dos?-preguntó, cambiando de tema.
-Vee no es mi portavoz.
-¿Estás negando los suspensos?
-Estoy diciendo que el año pasado no fui al instituto.-Estoy llendo por ti, Nora.
-¿Hacías novillos?-no lo entendía. Dejé el taco sobre la mesa de billar y con un dedo le indiqué que se me acercara. Y como era de sperar, no lo hizo.
-¿Quieres oír un secreto? Nunca he ido al colegio. ¿Otro secreto? No es tan aburrido como esperaba.-No lo era estando ella allí.
Nora definitivamente no me creía.
-Crees que miento.-dije risueño.
-¿Nunca has ido al colegio? Si eso fuera verdad, y tienes razón, no creo que lo sea, ¿qué hizo que te decidieras a ir este año?
-Tú-respondí de inmediato, sinceramente. Estaba sorprendida por mi respuesta. Tardó en responder.
-Eso no es cierto.-dijo, tratando de convencerse más a ella misma que a mi.
Me había acercado más a ella sin que se diese cuenta. Estábamos a solo unos pocos centímetros de distancia.
-Tus ojos, Nora. Esos ojos fríos y grises son irresistibles-dije. Sorprendido al ver que mis palabras realmente eran ciertas. Pero no mostré mi sorpresa.-Y esos labios sensuales atraen como un imán.
Dió un paso atrás. Tal vez me pase.
-Ya está  bien. Me marcho.-dijo, sin convicción. Se quedó quieta pensando en decir algo más.-Parece que sabes mucho de mi-dijo por fin-.Más de lo que deberías.-Cierto.-Es como si supieras exactamente lo que debes decir para hacerme sentir incómoda.
-Me lo pones fácil.
-Admite que lo  haces a propósito.
-¿Hacer qué?
-Esto, provocarme.-Mmm.
-Repite <Provocarme>. Tu boca parece provocativa cuando lo dices.
-Ya hemos acabado. Sigue con tu partida.-dijo enfadada, agarrando el taco y tendiéndomelo bruscamente. No lo agarré.-No quiero sentarme a tu lado.-añadió. Genial, ahora iba a sacar todo.-No me gusta ser tu compañera de pupitre.-Oh, pero lo harás.-No me gusta tu sonrisa condescendiente.-Miente, simplemente lo se. Su barbilla temblaba.-No me gustas tú.-Pero pronto si te gustaré.
Empujó el taco otra vez contra mi pecho.
-Pues yo me alegro de que el entrenador nos haya puesto juntos.-repuse, haciendo que la  palabra <entrenador> sonara distinta en la oración, como sarcásticamente. Y agarré el taco.
-Ya me encargaré de que nos cambien, descuida.-dijo. Sonreí. Oh, no, no podrás convencerlo. Reía por dentro. Alargué mi mano hacia su cabello y desenredé un papel que tenía en su pelo.
-Tenías un trocito de papel.-dije tirándolo al suelo.
-Ése no es el mejor sitio para una marca de nacimiento.-dijo, viendo mi marca en mi muñeca. Tiré de la manga para cubrirla.
-¿Preferirías que la llevara en un lugar más intimo?
-No tengo preferencias al respecto.-Dijo, dudando.-Si no la tuvieras me daría igual.-Y luego de un momento añadió.-Tu marca de nacimiento me trae sin cuidado.
-¿Alguna pregunta más? ¿Algún otro comentario?-dije.
-No.
-Pues entonces nos vemos en la clase de Bio.-dije. Esperaba que se vaya. Necesitaba tiempo para pensar sobre los sentimientos que empezaba a tener por ella. No era algo bueno. Definitivamente sentir algo por una persona a la que tal vez sacrificaría, no era bueno.

A la noche, pasé por su casa para admirarla dormir mientras pensaba. Sin querer hice ruido y eso la despertó, por lo que tuve que irme. No podía verme. Me dirigí a mi casa para poder seguír reflexionando tranquilamente.





miércoles, 1 de mayo de 2013

Capitulo 3


Siento tardar tanto en subir el 3° capitulo, es que con el tema de el colegio no tuve tiempo para escribirlo.. Bueno este es un poco corto pero espero que lo disfruten:




Me subí a mi moto y arranque el motor. Comencé a dar vueltas en la moto así tenía tiempo para pensar que hacer con el tema de Nora. Sabía que iba a llamar, de eso estaba casi seguro.
De lo que me tenía que preocupar ahora era de su relación con Chauncey. Desconocía la conexión entre ellos, y seguro que yo era el único que sabía o sospechaba que podía haber una conexión. Dudé que Chauncey sepa sobre Nora, por ahora.
Después de dar tantas vueltas en la moto que me estaba quedando sin combustible, decidí relajarme jugando al billar, así que me dirigí al Arcade de Bo.
Como era de esperar,  pequeño Bo estaba en la entrada. Me saludó con un gesto de cabeza y me dejó pasar. Como suelo decir siempre, ser un Ángel Caído tenía sus ventajas. Bajé los escalones y entré al salón que estaba repleto de mesas de póker y billar. Me dirigí a la mesa de billar más alejada de la entrada y me reuní con unos muchachos que estaban por comenzar una partida.
-Estoy dentro-dije. Me miraron por un segundo, y luego el más bajo asintió.
Digamos que en lo de Bo, la mayoría que iba allí me conocía, así que supuse que estos muchachos me conocían por la forma en que actuaban delante de mí.
Comenzamos la partida, solo un amistoso. Yo no era de apostar mucho…Bueno tal vez a veces, pero no hoy.
El tono de mi móvil comenzó a sonar y di un respingo. Todos en la mesa me miraron y yo levanté el dedo índice para disculparme y así contestar.
-¿Si?-dije al teléfono.
-Llamo para ver si podemos quedar esta noche. Dijiste que estabas oupado, pero…-Después de todo, tenía razón. La interrumpí.
-Nora.-dije, casi riéndome-Creía que no llamarías nunca.-mentira. Sólo quería decírselo para ver, bueno, escuchar su reacción.
-Bien.-dijo como si nada.-¿Podemos quedar o no?
-Resulta que no puedo.
-¿No puedes o no quieres?-Quiero, pero no puedo.
-Estoy en medio de una partida de billar.-Sonreía.-Una partida muy importante.-Si lo era, habían apostado muchas cosas muy buenas, y si ganaba, me las quedaba.
-¿Dónde estás?- preguntó.
-En el Salón de Bo. No es la clase de sitio que frecuentas.-Era cierto. Su pregunta me tomó por sorpresa. No esperaba a que viniera hasta acá para terminar un simple trabajo de Biología. Bueno, no creo que venga igual.
-Entonces hagamos la entrevista por teléfono.-Ni hablar.-Tengo una lista de preguntas…-Colgué. Ja, haber como quedaba después de eso.
Continué mi partida, disculpándome por la interrupción.
Iba ganando. Ya había pasado por lo menos más de 15 minutos desde que Nora me había llamado. No había vuelto a llamar, cosa que me daba mala señal. Ella no deja sus tareas así de simple.
Estaba a punto de realizar un tiro muy difícil, bueno no tanto, cuando alguien gritó:
-¡Patch!-Justo en el momento en que iba a golpear la bola blanca. La voz de Nora me desconcentró por lo que clavé el taco de billar en la mesa. Levanté la cabeza hacia donde provenía la voz sorprendido y curioso.
El pequeño Bo iba detrás de ella y la sujeto por el hombro.
-Venga, fuera-dijo.
Sonreí.
-Está conmigo-dije.
Bueno, Nora Grey estaba aquí conmigo por un simple trabajo de biología. Algo que nunca pensé que se atrevería a hacer, venir a un Salón de Billar y Póker donde puede ser peligroso para una chica como ella. Pero igual había venido.




domingo, 28 de abril de 2013

Trilogía Maze Runner


Correr o Morir es el primer libro de una serie de tres libros “The Maze Runner” de literatura juvenil de distopía y ciencia ficción escrito por James Dashner.

Tu vida anterior ya no existe más.
Una nueva se ha iniciado.
Recuerda. Corre. Sobrevive.

Al despertar dentro de un oscuro elevador en movimiento, lo único que Thomas logra recordar es su nombre. No sabe quién es. Tampoco hacia dónde va. Pero no está solo: cuando la caja llega a su destino, las puertas se abren y se ve rodeado por un grupo de jóvenes. "Bienvenido al Área, Novicio."
El Área. Un espacio abierto cercado por muros gigantescos. Al igual que Thomas, ninguno de ellos sabe cómo ha llegado allí. Ni por qué. De lo que están seguros es de que cada mañana las puertas de piedra del laberinto que los rodea se abren y por la noche, se cierran. Y que cada treinta días alguien nuevo es entregado por el elevador.
Un hecho altera de forma radical la rutina del lugar: llega una chica, la primera enviada al Área. Y más sorprendente todavía es el mensaje que trae.
Thomas será más importante de lo que imagina. Pero para eso deberá descubrir los sombríos secretos guardados en su mente. Por alguna razón, sabe que para lograrlo debe correr. Correr será la clave. O morirá.

Aquí los 3 libros de la triología: CORRER O MORIR-PRUEBA DE FUEGO-LA CURA MORTAL


Muy bueno!: 4/5 estrellas

Trilogía The Hunger Games


Los juegos del hambre (en inglés: The Hunger Games) es una novela del género distópico y ciencia ficción adulto-juvenil escrita por Suzanne Collins.

En las ruinas de un lugar que alguna vez fue Estados Unidos se encuentra Panem, una nación desigual con un centro de poder, el Capitolio, y doce distritos periféricos. Cada año, el Capitolio obliga a los distritos a enviar a una pareja de adolecentes entre los doce y los dieciocho años para participar en Los Juegos del Hambre: una lucha a muerte por la supervivencia transmitida en directo por televisión, donde solo puede haber un ganador.
Katniss Everdeen, con dieciséis años, reemplaza a su hermana menor que ha salido sorteada para participar en los Juegos. Ella y Peeta, un humilde panadero, son los dos elegidos del problemático Distrito 12. Sin embargo, Katniss está decidida a sobrevivir. Pero sobrevivir significa matar a los demás contendientes, algunos muy preparados, y hasta a su mismo compañero. Deberá tomar decisiones que pesarán sobre su conciencia y un serio planteo sobre el sistema que los condena.

Aquí la trilogía: LOS JUEGOS DEL HAMBRE-EN LLAMAS-SINSAJO

Trilogía perfecta: 5/5 estrellas

Saga Hush Hush


Hush Hush es una novela romántica juvenil publicada en el año 2009 por la autora estadounidense Becca Fitzpatrick. Está narrada bajo la perspectiva de Nora Grey, quien se ve directamente involucrada en grandes misterios y peligros cuando conoce a su nuevo compañero de asiento llamado Patch.

Enamorarse no formaba parte de los planes de Nora Grey. Nunca se había sentido especialmente atraída por sus compañeros de instituto, a pesar de los esfuerzos de su mejor amiga, Vee, para encontrarle una pareja. Así era hasta la llegada de Patch. Con su sonrisa fácil y sus ojos que parecen ver en su interior, Nora se siente encandilada por él a pesar de sí misma.
Tras una serie de encuentros aterradores, Nora no sabe en quien confiar. Patch aparece allí donde va y parece saber más sobre ella que su mejor amiga. Imposible decidir si debe darse por vencida y sucumbir a sus encantos, o salir huyendo y esconderse. Y cuando intenta encontrar algunas respuestas, descubre una verdad más perturbadora que nada de lo que Patch le hace sentir.
Porque Nora está en medio de una ancestral batalla entre los inmortales y los que han caído, y cuando se trata de escoger bando, la elección puede costarte la vida.

Es una Saga, cuyos siguientes son los libros: HUSH HUSH-CRESCENDO-SILENCE-FINALE


Totalmente recomendable: 5/5 estrellas


viernes, 26 de abril de 2013

Capitulo 2

Hola! Ya tengo el 2do capítulo hecho.. espero que les guste! aquí vamos:



Dejé mi libro de Biología sobre la mesa y me senté a su lado. Me sonrió.
-Hola. Soy Nora.-Creo que estaba tratando de ser amable..Era mucho más linda de lo que es de lejos.
La miré y le sonreí, con mi menos amistosa sonrisa, tendría problemas estar cerca mio. Noté que la incomodaba y sonreí todavía más por eso. Dejó de mirarme y se dió vuelta hacia la pizarra.
-La reproducción humana puede ser un tema difícil...-Dijo el entrenador.
-¡Buuuh!-Abuchearon muchos alumnos.
Cada tanto miraba de reojo hacia ella...no podía no mirar. Necesitaba saber si ella tenía relación alguna con Chauncey Langeais, mi vasallo Nefilim (producto de un ángel caído y un humano).
-Exige un tratamiento maduro. Y como en toda ciencia, la mejor forma de aprender es investigando.-Que bien, ya quiero que termine, así puedo hablar con ella-.Durante lo que queda de clase practicaréis la técnica del detective para averiguar tanto como sea posible acerca de vuestro nuevo compañero de pupitre-.Mmm, yo ya se mucho de ella..¿Qué averiguará ella de mi? No permitiré que se entere mucho de mi..Al menos no lo verdaderamente importante-.Para mañana quiero un trabajo escrito sobre vuestros descubrimientos y, creedme, voy a verificar su autenticidad. Esto es Biología, no Literatura, así que ni se os ocurra inventar. Quiero ver una interacción real y un trabajo de equipo.- Genial
Permaneció en total indiferencia. Noté que comenzó a husmear el aire y luego a golpear con el lapiz la mesa al ritmo del segundero.
Abrí mi cuaderno y comencé a escribir, a ver si captaba que estaba escribiendo y tal vez me preguntara que escribía. El tiempo pasaba y yo seguía escribiendo, iba un par de lineas ya. Luego, al fin, ella me miro de reojo y sus siguientes palabras confirmaron que tenía razón.
-¿Qué escribes?-Preguntó.
-Y además habla inglés-le contesté.
Noté que se acercaba más a mi, tratando de leer lo que escribía. Na na, no lo iba a leer. Doblé el folio por la mitad, así ella no podría leerlo.
-¿Que has escrito?-insistió. Dentro de mi tenía la sonrisa más grande nunca antes vista.
Juguetón, alargué la mano para coger su hoja en blanco y la atraje hacia mi. Hice una bola de papel con ella, para ver como reaccionaba, y la arrojé a la papelera, y dí en el blanco. Sonreí por dentro, satisfecho.
Nora se quedó mirando la papelera por un rato y luego abrió su cuaderno para así sacar una hoja nueva.
-¿Como te llamas?-me preguntó. Le sonreí, una sonrisa oscura, claro.
-¿Tu nombre?-Insistió, y noté que la voz se le quebraba. Sonreí aún más.
-Llámame Patch. Lo digo en serio. Llámame-digo burlón, guiñandole un ojo. Sé que soy atractivo para la mayoría de las chicas, pues, debía aprovechar eso para distraerla a ella, así confiaría en mi.
-¿Que haces en tu tiempo libre?-preguntó.
-No tengo tiempo libre-conteste. Pues me la pasaba buscando información sobre ella y su relación con Chauncey y jugaba al billar en el Arcade de Bo. Pero si tendría tiempo libre para pasarlo con ella.
-Supongo que ésta tarea lleva nota, así que ¿Porqué no me lo pones fácil?-dijo. ¿Se lo estaba poniendo difícil? bueno, entonces a contestar algo por lo menos.
Me recliné en el respaldo de la silla, entrelazando las manos detrás de mi cabeza. Hubiera querido poner mi brazo en el respaldo de la silla de Nora, para incomodarla más, pero hoy no era el día.
-¿Quieres que te lo ponga fácil?-pregunto.-En mi tiempo libre-continúo, pensando en qué decirle exactamente-hago fotos-digo al fin.
Escribió en su hoja <Fotografía> lo más prolijo que pudo.
-No he acabado-continúo, ahora para incomodarla, con lo de su vida-.Tengo una colección bastante completa de una columnista de la revista digital que cree en la alimentación orgánica, que escribe poesía en secreto y que se estremece de sólo pensar que tiene que escoger entre Stanford, Yale y...¿Cómo se llama esa grande que empieza con H?
Ja, veamos como reacciona. Está comenzando a gustarme "jugar" de esta manera con ella.
Me mira fijamente, perpleja porque he acertado.
-Pero al final no irás a ninguna de ésas-añado.
-Ah, ¿no?-claro que no. Meto la mano debajo de su asiento y la  atraigo hacia mi, por lo que queda mucho mas pegada a mi que antes. Esperaba que se apartara, pues eso era lo que ella estaba pensando, pero dudó un segundo y fingió que no le importaba.
-Y aunque consiguieras entrar en las tres universidades-continué.-, las despreciarías por considerarlas un cliché del éxito. Pontificar es la tercera de tus tres grandes debilidades.
-¿Y cuál es la segunda?-dijo, y noté que estaba irritada con esto, lo que me subió el animo. Sabía que ella pensaba que yo no tenía derecho a hablarle asi.
-No confías en nadie. Retifíco: sólo confías en la gente equivocada.-Ja, di en el blanco.
-¿Y la primera?
-Te empeñas en tenerlo todo controlado-bueno, eso era muy cierto..yo llevaba ya tiempo espiándola, y sabía muy bien como era.
-¿A qué te refieres?-preguntó.
-Tienes miedo de lo que no puedes controlar.
Su reacción me dio a entender que acerté. No estaba feliz, que digamos, estaba incómoda sentada al lado mio, lo notaba. Me gustaba que se sintiese incómoda, por lo que mi siguiente pregunta seguro que la iba a incomodar mucho más..Bueno, además sentía curiosidad, también.
-¿Duermes desnuda?-Estaba sorprendida por mi pregunta.
-Claro, a ti te lo voy a contar-contestó, tratando de sonar firme.
-¿Has ido al psicólogo alguna vez?-le pregunte. Yo sabía que ella iba, pero quería escucharla a ella misma decirlo.
-No.-Mintió. Claro, que tonto soy al pensar que justo a mi, un tío que ni siquiera conoce, le va a decir la verdad. Está claro que no confía en nadie.
-¿Has hecho algo ilegal?
-Pues claro que no.-contestó.-¿Por qué no me haces una pregunta normal? Como...qué música me gusta.
-No voy a preguntarte lo que puedo adivinar- es cierto, yo ya sabía eso..Necesitaba averiguar más sobre ella, sobre lo que no se.
-¿Sabes qué tipo de música me gusta?-pregunta.
-Barroca.-contesto seguro.-Cuando se trata de ti todo tiene que ver con el orden, el control. Apuesto a que tocas...¿el chelo?
-Error.-Miente. Ahora se sentía más incómoda que antes.
Me estremecí al ver la marca que tenía en la cara interna de su muñeca.
-¿Qué es eso?-pregunto, señalando con mi boli la cara interna de su muñeca. Se aparta bruscamente, aparentemente disgustada por la pregunta.
-Una marca de nacimiento.
-Parece una cicatriz. ¿Eres una suicida, Nora?-pregunto, volviendo a mi tono burlón-¿Padres casados o divorciados?-Ya saqué el tema de sus padres.. necesitaba saber de quién descendía.
-Vivo con mi madre-contesta. Ya había visto a su madre, que la mayoría del tiempo estaba de viaje de negocios. No tenía nada de sangre nefilim o ángeles caídos.
-¿Y tu padre?
-Murió el año pasado.- ¿Cómo era eso posible? No podía ser verdad. Necesitaba investigar más.
-¿Cómo murió?-Se estremeció. Al parecer, no le traía recuerdos muy agradables.
-Lo mataron. Ésas son cosas personales, si no te importa.-Sabía que ella tenía relación con los nefilims y ángeles caídos, por lo que ese seguro que no era su padre, supuse. Pero debió de ser duro para ella perder al hombre con el que pasó su vida entera desde pequeña.
-Tiene que ser duro.-Contesté sinceramente.
El timbre sonó y me puse de pie y salí disparado hacia la puerta. Tenía que buscar información sobre aquello. Luego podría relajarme un rato jugando al billar.
-Espera-dijo Nora, pero no me di la vuelta.-¡Un momento!-Crucé la puerta.-¡Patch! Aún no tengo nada sobre ti.
Y no lo iba a tener. Me di la vuelta y caminé hacia ella, le agarre la mano y escribí en ella mi número de teléfono por si acaso. Cerró el puño al ver los 7 dígitos escritos en su mano. Se veía molesta.
-Esta noche estoy ocupada.-dijo. Sonreí.
-Yo también.-repuse y me marché, dejándola sola. Pero oí que gritaba:
-¡No te llamaré! ¡Nunca!
Oh claro. Yo se que si lo harás.



jueves, 25 de abril de 2013

Capitulo 1

Bienvenidos todos! Siento el retraso, no he tenido tiempo de empezar. Trataré de subir los capítulos lo mas seguido que pueda, de verdad :D Por favor comenten y diganme que piensan sobre como escribo, o sobre el blog, acepto las criticas para así mejorar... Bueno, volviendo al tema, hoy subo el 1er capitulo de todos, de Hush Hush... pero contado por la perfección de Patch Cipriano. Espero que lo disfruten. Aquí vamos:



Ya era hora de cambiar las cosas, no podía seguir sin hacer nada. Había comenzado a ir al instituto para acercarme más a ella, pero todavía no le hablaba. Hoy todo iba a cambiar.
Al entrar a la clase de biologia, vi que en la pizarra había una muñeca Barbie con su Ken completamente desnudos con pequeñas hojas que cubrían ciertos puntos. En la pizarra, con tiza rosa, decia: BIENVENIDOS A LA REPRODUCCIÓN HUMANA (SEXO), lo cual me hizo sonreír.
Como siempre, yo era uno de los primeros en llegar a la clase, por lo que tuve que esperar a que tocara el timbre para poder verla de nuevo. Me sentaba detrás de ella, bueno mejor dicho, detrás de su mejor amiga. Se me ocurrió hacerle un truco mental, una de las ventajas de ser un ángel caido, a el entrenador McConaughy para que me sentara al lado de ella.
Todos los alumnos comenzaron a entrar antes de que suene el timbre, ya que no querian una falta de parte de el entrenador. Ella entró al aula, acompañada de su mejor amiga y se sentaron delante mío. Sonó el timbre y el entrenador entró al aula y tocó el silbato.
- ¡Equipo, a vuestros asientos! - exclamó -. Puede que no se os haya ocurrido, chicos, que el sexo es mucho más que una visita de quince minutos al asiento trasero de un coche. El sexo es ciencia. ¿Y qué es la ciencia?
- ¡Un aburrimiento! - exclamó un alumno desde el fondo del aula.
La verdad es que yo nunca antes habia ido al instituto en mi vida, por lo que no entendia nada de lo que hablaban en clase. Nunca comentaba nada en clase, no hacia absolutamente nada. Pero seguro que valdrá la pena haber empezado a ir al instituto por ella.
- La única asignatura que voy a suspender - dijo otro del fondo.
Como siempre, los ojos del entrenador se posaron en ella.
- ¿Nora? - preguntó.
- El estudio de algo - dijo Nora. Su voz era tan suave.
- ¿Que más? - continuó el entrenador.
-El conocimiento alcanzado por medio de la observación y la experimentación - contestó muy segura, como si hubiera sido sacado de un diccionario, a la perfección.
-Dilo con tus propias palabras - dijo el entrenador.
Nora se queda callada por un momento tocándose el labio superior con la punta de su lengua. Mmm.
- La ciencia es investigación.- Contestó al fin, no muy segura, pues, había sonado más a una pregunta que a una afirmación.
-La ciencia es investigación- repitió el entrenador-. La ciencia requiere que nos transformemos en detectives. Y un buen trabajo de detective requiere práctica.
-El sexo también- gritó uno del fondo. Todos reprimieron la risa, incluso yo.
Bueno ya era hora de comenzar con mi truco mental. Mmm, aquí vamos.
-Eso no será parte de la tarea para esta noche.-continuó el entrenador. Luego volvió su atención de nuevo a ella.-Nora, te sientas al lado de Vee desde comienzos del semestre.-bien, ahí comenzó. Nora asiente, insegura.-Y las dos trabajáis juntas en la revista digital del instituto.-Interesante..Ella asiente nuevamente-.Apuesto a que os conocéis muy bien.
Oh, claro que se conocían muy bien. Pues son las mejores amigas inseparables, yo lo sé.
El entrenador miró al resto de la clase.
-De hecho, apuesto a que todos conocéis bastante bien al compañero que tenéis al lado.-Mmm, yo no diría eso. Pues yo era nuevo en el instituto y no conocía en nada a mi compañero de banco-Habéis decidido sentaros juntos por alguna razón, ¿no es así?-continuó el entrenador-Confianza. Lamentablemente, los mejores detectives evitan la confianza. Es un obstáculo para la investigación. Por eso hoy vamos a modificar la disposición en el aula.- GENIAL, al fin.
Como era de esperar, hubo quejas.
-¿Qué chorrada es esa?-pregunto Vee-.Estamos en abril. Es casi el final del curso. Ahora no puede salirnos con ésas.-Claro que podía, sino lo obligaría con mis trucos mentales. El entrenador insinuó una sonrisa.
-Puedo hacerlo hasta el último día de clase-Eso me gusta-.Y si suspendes volverás a estar aquí el próximo semestre, y volveré a salir con ésas una y otra vez.
Vee quedó callada. El entrenador se llevo el silbato a la boca.
-Quiero que todos los que estén sentados en el lado izquierdo del pupitre(éste es el lado izquierdo) se cambien al asiento de delante. Los de la primera fila(si, Vee, tú también) se irán al fondo.
Bruscamente, Vee salió de su asiento. Todos comenzaron a moverse. Yo me tenía que mover un asiento mas adelante, donde me sentaría justo donde quería, al lado de Nora.